El machismo en la crianza | Cuidar a los hijos también es cosa de hombres
Feminismo, una y otra vez, hasta que se entienda
En el blog hay distintos artículos donde se ha hablado sobre feminismo: qué es, qué busca y por qué es inclusivo y necesario que todas y todos seamos feministas. Hay muchas personas que todavía no entienden que el feminismo es un asunto que afecta a mujeres y hombres; y que ambos deben unirse en esta labor para garantizar una convivencia justa y armónica.
La razón de ser del feminismo es reconducir las bases patriarcales hacia una sociedad más equitativa. El machismo perpetúa roles tradicionales en los que se espera que la mujer tenga unas ciertas características; siempre en posición de inferioridad, sumisión y dependencia del hombre.
El machismo contra el hombre
Muchos hombres se sienten atacados, ofendidos y vilipendiados cuando se les recuerda que están disfrutando de una tarta de la que no son exclusivamente dueños; mientras, otros tantos tienen que sufrir también las consecuencias de las estipulaciones patriarcales (machismo). El feminismo no es solo darle el lugar que se merece a la mujer como parte integrante de este mundo; es, además, el instrumento fundamental para liberar a mujeres y hombres de unos cánones establecidos como únicos y absolutos que condicionan el libre desarrollo de las personas.
Sin embargo, de nada sirve nuestro discurso de equidad social, si no exigimos al mismo tiempo el respeto y compromiso de los hombres. Un claro ejemplo lo encontramos en el tema «casa e hijos», una esfera tradicionalmente asignada impuesta a las mujeres, cuya conciliación está repleta de críticas y obstáculos.
La crianza también es cosa de hombres
El argumentario de respeto e igualdad debe ir acompañado del compromiso de todos los integrantes sociales, hombres y mujeres unidos por un fin común; pero… ¿qué sucede cuando ELLOS asumen su parte activa en la lucha y el resto de factores les grita «estáis equivocados»; «os están utilizando»; «eso no es lo correcto»?
Hoy os voy a contar la historia verídica de Julio y Julia -nombres ficticios-, una pareja de padres novatos que tienen que soportar día sí, día también la intransigencia social y familiar. Julio tiene que enfrentarse todos los días a las trabas de cuidar de su hija y Julia tiene que soportar comentarios acusándola de ser mala madre; Julio y Julia son juzgados por las características patriarcales concebidas como correctas. Si no las cumples, algo falla en vosotros; aunque el gran error sea de esta sociedad machista.
Julio es criticado constantemente por asumir la crianza de su hija; se encuentra con que la mayoría de baños públicos tiene el cambiador en el baño de las mujeres; cuando pasea solo con su hija, la gente asume que es padre soltero o divorciado; si lleva a Julieta a la pediatra, le preguntan por la madre; le repiten, una y otra vez, que está explotado por cuidar a su hija y hacer las labores de la casa.
Julio y Julia son unos excelentes padres, comparten la responsabilidad de la crianza y hacen todo lo posible por hacer posible la conciliación laboral y familiar. Julio y Julia son feministas, aunque ellos no lo saben; y tienen que sortear cada día los obstáculos que la sociedad les pone para disfrutar de una convivencia igualitaria y justa. Machismo, sin más; donde la conciliación familiar no tiene cabida y la implicación paterna se condena.
El camino hacia el éxito no va a ser fácil; pero eso no implica que no podamos lograrlo. Comencemos plantándonos contra los estereotipos, sigamos educando y nunca dejemos de luchar; aunque exista gente que todavía no lo entienda o políticos que ridiculicen la lucha desde su ignorancia y soberbia… ¡Recuerda! FEMINISMO ES COSA DE TODXS PARA TODAS Y TODOS.