La otra cara de la red: sexting, grooming y ciberbullying
El uso social y recreativo de Internet ha dado paso a la difusión de redes sociales que han calado con fuerza y se han hecho un hueco casi imprescindible en nuestra vida. Todos hemos caído en Facebook, Instagram y/o Twitter; ya sea por curiosidad, entretenimiento o como instrumento de trabajo. El medio 2.0 se nos presenta como un lugar relativamente nuevo el cual visitamos asiduamente; donde se magnifica el concepto de libertad de expresión, el afán de difusión y la acumulación de seguidores.
Nos quedamos y valoramos todo lo positivo que nos aporta la Network, pero apenas reparamos en sus riesgos: sexting, grooming y ciberbullying. Problemas derivamos de un uso irresponsable, de los cuales, los adultos tenemos que ser conscientes para proteger a nuestrxs hijxs de la cara menos agradable de la red.
SEXTING
Consiste en el envío de fotografías y vídeos de tipo sexual a otras personas por medio de teléfonos móviles, siendo el/la protagonista del contenido el propio remitente.
Una práctica muy extendida en el mundo del flirteo y en las relaciones de pareja que puede ocasionar grandes problemas tanto para el protagonista del contenido como para quien lo reenvía. Su difusión a terceros supone una vulneración de la privacidad y del derecho a la propia imagen; la cual se considera un dato personal cuyo uso está protegido por la Ley.
La victimología presenta un amplio rango de edad, iniciándose desde edades tempranas hasta edades más adultas; personas que llevadas por la confianza, la ignorancia y la diversión comparten su yo más íntimo, sin reparar en el poder que se le otorga a la otra persona. Sus consecuencias pueden ser nefastas, llegando a derivar en acoso, humillación y problemas legales. Es importante señalar que se considera pornografía infantil a todo aquel contenido que incluya desnudez y minoría de edad. La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye.
En ocasiones es difícil asimilar por parte de padres y madres que nuestros hijos tengan, o pretendan tener, vida sexual. Debemos superar tabúes para poder gestionar la situación antes, durante y una vez superada la crisis.
GROOMING
Consiste en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual.
Es lo que habitualmente conocemos como un engaño pederasta. Crearse un perfil en cualquier red social no lleva más de cinco minutos; no necesitas ninguna identificación oficial y admite subir cualquier foto de perfil, sea o no tuya. Es sencillo iniciar amistad con alguien, sacar información del contenido que comparte, de lo que logra extraer al propio menor… son artistas en la seducción que consiguen manipular a la víctima hasta conseguir lo que desean.
Una vez obtenida la imagen erótica pueden usarla para chantajear a la víctima y obtener de ellos favores sexuales o más material sexual.
CIBERBULLYING
Consiste en acosar a la víctima mediante el uso de redes sociales
1 de cada 10 estudiantes afirma ser víctima de acoso escolar (STC). Una realidad que traspasa el entorno habitual (escuela/instituto) para continuar y expandirse en el medio virtual (ciberbullying). Como es un tema que ya hemos tratado, os dejo enlaces donde hablamos del método KiVa; cómo afrontar el bullying si lo sufres y cómo reducir el bullying en las aulas.
Qué hacer desde el trabajo social
Una de nuestras funciones desde el trabajo social es detectar problemáticas sociales; analizarlas y afrontrarlas mediante actuaciones de información, concienciación e intervención. Un compromiso con la sociedad para garantizar el bienestar de los individuos y los grupos en los que se integran. Una loable meta que no está exenta de dificultades; como todo lo que emprendemos en esta profesión.
Nuestra labor no es sencilla debido al secretismo que suele rodear a este tipo de situaciones. De hecho, sólo un 15% de los casos de violencia sexual contra niños y niñas se denuncia (STC). Un dato preocupante teniendo en cuenta que 1 de cada 2 abusos sexuales en España son contra menores (STC). Datos que reflejan la necesidad de concienciar a los adultos; la importancia de hablar con normalidad de la sexualidad, las relaciones sexuales y los límites. La información se convierte en una herramienta indispensable, no sólo para ser consciente de los riegos; también para conocer los recursos y cauces que tenemos para afrontar la situación conflictiva una vez que se presenta.
Debemos informar, educar en valores, ser proactivos; pero de nada servirá nuestra actuación profesional si no hay implicación. Una responsabilidad compartida entre todos los agentes que influyen en la vida de niñas y niños: padres, profesores y compañeros. Ya que centrarnos en la prevención para evitar que el acoso se produzca, es el mejor camino para garantizar la salud emocional, psicológica y sexual de nuestr@s hij@s.
*STC- Save The Children
Redacción: Annabel Navarro
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