Marisa Sicilia, la autora de «El juego de la inocencia»
Robándole tiempo al tiempo
Marisa Sicilia, madrileña, cosecha del 68, le roba el tiempo al trabajo, la casa y la familia para dedicarse a lo que realmente le apasiona: escribir romántica. Licenciada en Ciencias Económicas, en la actualidad compagina la escritura con su trabajo en la gestión y la administración de su propia empresa.
Marisa ha sido finalista durante dos años consecutivos del Certamen Vergara-Rincón de novela Romántica con sus novelas «La dama del paso» y «El juego de la inocencia». Con «El juego de la inocencia» B de Books lanza un nuevo sello (Selección RNR) eligiéndola para iniciar este nuevo proyecto editorial.
¿Cuándo comenzó tu pasión por la escritura, Marisa?
Pues hace un tiempo ya. Me animé a probar con algo que iba a ser corto, solo un relato que compartir en un foro con unas cuantas amigas, y fue tan divertido y sobre todo tan adictivo, que me vi prolongando aquel inicio con muchas más palabras. Y cuando lo terminé, comencé otro y otro y otro… Así hasta ahora.
¿Cuál fue el primer libro que leíste?
Marisa: No sé si fue el primero, pero recuerdo un regalo siendo muy pequeña. Era Genoveva de Brabante, una leyenda medieval sobre una dama acusada de traición por un solicitante despechado y que se ve obligada a sobrevivir en el bosque con su hijo recién nacido. Yo tendría siete años como mucho y lo que más recuerdo es que no podía dejar de imaginarme en la situación de la pobre Genoveva y en lo mucho que se arrepentirían todos cuando comprendiesen lo injustos que habían sido con ella. Yo creo que Genoveva me marcó el carácter.
¿Tu género literario favorito como lectora?
Soy muy ecléctica, leo de todo, me gusta alternar y mezclar: clásicos, actual, intriga, histórica, thriller… Siempre me ha gustado la variedad, pero lea lo que lea reconozco que lo que más me engancha son las historias de amor.
¿Qué te hizo decidirte y dar el paso definitivo para ser escritor?
Para ser escritor me impulsó el deseo de escribir, el placer de descubrir y vivir la historia a medida que la vas creando. Ahora, si te refieres a tratar de publicar, creo que es una consecuencia inevitable. Lo tienes, te gusta, piensas que quizá, quizá, con un poco de suerte pueda gustar también a otros… Al final caes, y una vez que estás dentro de esta locura ya es muy difícil salir.
¿Cuál fue la reacción de tu familia y amigos cuando dijiste: “Quiero ser escritora”?
Marisa: Pues cuando les comenté que escribía, tímidamente, porque es un paso que tardé bastante tiempo en dar, lo acogieron con curiosidad, pero diría que con un poco de reticencia… algo así como: “Pues qué bien, ¿y no pretenderás que lo leamos?” Tal cual, y yo tampoco insistía porque siempre te da cierto pudor que los que están más cerca de ti vean a qué dedicas el tiempo libre, pero llegó un punto que ya no hubo forma de ocultarlo y la verdad es que ellos también se entusiasmaron y me apoyan mucho no, muchísimo. Tengo una suerte enorme con mi familia.
¿Tu momento favorito para escribir?
La noche. Es cuando mejor me concentro y más a gusto me encuentro. Puedo quedarme hasta muy tarde si estoy en racha y después engañó al sueño con un rato de siesta. Y me funciona. Claro que a veces me trabo y no doy con ello y cuando me levantó al día siguiente veo la solución con mucha más claridad. A lo mejor tenía que intentar cambiar de horario…
¿En qué género te sientes más a gusto escribiendo? ¿Cómo definirías tu personalidad como escritora?
Pues aunque he escrito sobre todo histórica, he ido saltando de una época a otra y en cada novela que he procurado adaptarme al tiempo y al estilo que la historia me pedía, porque no es lo mismo medieval, por ejemplo, que regencia, aunque las dos sean históricas. Me gusta buscar el tono a través del lenguaje y de la ambientación y me gusta variar. Creo que mi carácter como escritora es un reflejo de mi perfil de lectora.
¿Qué destacarías de tu experiencia como autora autopublicada?
Creo en el trabajo editorial y por eso en su día decidí que merecía la pena esperar y tratar de conseguir que algún sello apostase por El juego de la inocencia. Hubo suerte y la verdad es que ha sido una gran experiencia. Me consultaron en todos los pasos y el precio del ebook fue muy asequible, menos de 2 euros, algo que es determinante y más siendo una autora novel a la que nadie conoce y con la que el lector va a ir a ciegas.
Por lo demás, creo que tanto autopublicados como editados se encuentran en condiciones muy parecidas a la hora de tratar de llegar a los lectores. Hay muchos autores, muchas novedades, es difícil llamar la atención entre tantos títulos. El sello te da un respaldo pero el resto del trabajo lo tienes que hacer tú. Y el principal es ofrecer una buena historia.
¿Qué errores has cometido como escritora novel que hoy no cometerías?
Muchos, pero creo que todos eran necesarios. Precisamente leía hace poco un artículo que hablaba sobre cómo el miedo a equivocarse es letal para la creatividad. El miedo nos paraliza, nos bloquea… Los errores son inevitables y sirven para aprender y crecer. Espero no repetir mis errores, pero creo que también hay que arriesgar.
¿Escribes para ti o para el futuro lector?
Marisa: Escribo ante todo para mí, pero no puedo evitar pensar en el posible lector, porque es lo que me hace querer encontrar la mejor manera de transmitir esa idea que yo tengo tan clara, pero que tiene que pasar de mi cabeza al Word. Luego también es inevitable preguntarte si gustará, si no gustará, pero si no me gusta a mí, malo… Tengo que ser la primera convencida.
¿Qué crees que es imperdonable para una escritora?
Tanto como imperdonable… no sé, supongo que hay cosas mucho peores, pero personalmente no entiendo que una vez que pretendes mostrar tu trabajo no trates de hacerlo lo mejor posible y te conformes con cualquier cosa. Creo que no vale todo y que hay que esforzarse por que la historia sea al menos correcta en todos los sentidos. Trama, coherencia, estilo, corrección… No me valen las prisas ni las excusas. Si no está lista, tómate tu tiempo. Es común que nos pase a todos cuando estamos empezando, pero si quieres dedicarte a esto en serio, creo que vale la pena tomarte un tiempo de reflexión antes de lanzarte a la aventura.
¿Cómo surgió la idea de “El juego de la inocencia”?
Marisa: Pues empezó como una fantasía muy clásica, la joven inocente y el libertino. Me gusta mucho la época en la que transcurre la historia, Francia, finales del siglo XVIII, y pensé que era el marco ideal para una historia con mucha luz, que reflejase la mentalidad del momento, cálida, sensual, divertida y también un poco irónica, que resultase creíble y que no se viese antigua. Después ya fue cosa de ponerse a ello a ver qué salía…
¿Con qué personaje te quedarías?
Con Louis, porque es ambicioso, pero su principal ambición es ser amado, y creo que ese es un deseo que cualquiera puede comprender. Y pese a toda su superficialidad y su egoísmo, realmente no es una mala persona, lo que ocurre es que ni siquiera él es consciente de ello. Tendrán que pasar muchas cosas para que Louis se descubra a los demás y sobre todo a sí mismo. Y gustará más o menos, pero os aseguro que es un personaje que no deja indiferente.
¿Qué le dirías a la persona que está leyendo esta entrevista, para que se interesara por “El juego de la inocencia”?
Les diría que se van a encontrar con dos protagonistas imperfectos, pero cuyos fallos no son distintos de los que cualquiera podría tener. Que su historia de amor es sencilla y comienza por la piel, pero hay maneras mucho peores de conocerse y a Louis y a Hélene les servirá para descubrir cómo son realmente. Que además, la época es apasionante y no tan alejada de la actual como podríamos pensar, y que los sentimientos y las emociones son siempre los mismos en todos los tiempos y estoy segura que muchos lectores pueden sentirse identificados con Louis o Hélene, si no con su comportamiento, sí con sus sensaciones y sus sentimientos. Y para terminar les diría que solo pretende entretener, sacar unas cuantas sonrisas, subir un poco la temperatura, y que las noches de verano son la ocasión perfecta para asomarse a El juego…
EL JUEGO DE LA INOCENCIA de Marisa Sicilia
Sensual, erótica y elegante, El juego de la inocencia transcurre en la Francia de finales del siglo XVIII, justo en vísperas de un acontecimiento histórico crucial, en una época conocida por la falta de moralidad de las costumbres y por las muchas desigualdades sociales.
Louis de Argenteuil, joven ocioso y libertino, ve amenazada la comodidad de su vida cuando su tío Eustache, harto de su desidia y ante su inminente nuevo matrimonio, decide retirarle su ayuda económica.
Louis tendrá ocasión de desquitarse seduciendo a Hélene Villiers, la futura esposa de Eustache. Una muchacha sencilla e inocente, recién salida de un convento, a quien enseñará toda clase de juegos carnales, siempre dejando intacta su virginidad.
Resguardar la virtud de Hélene supondrá todo un desafío para Louis, un descubrimiento para Hélene y una sorpresa para ambos.